Quizás
esta obra no sea la mejor que haya sido escrita por mi pluma, pero, últimamente
me cuesta encontrar la inspiración...
Nuevamente
se encuentra solo el chico que nunca lo está, recorriendo calles llenas de
niebla, calles tristes, vacías y llenas de gente que ya no está o que alguna
vez estuvo, las luces de los coches pasan sin cesar por su lado, como si fuese
una coreografía sin fin.
Le
gusta ver salir vapor por su naríz, le recuerda a algo de lo que él carece.
Poco
a poco la triste soledad le invade más y más, y con ella surgen pensamientos
negativos, el callejón que recorre pierde su valor, siente que está cansado de
sentir el mundo encima, siente que está cansado de la gente que le rodea,
siente que quiere desfallecer, siente que está cansado de sentir su propia
existencia, cansado de sentir el peso de su propia alma, cansado de sentir
sentimientos, cansado de sentir que siente, cansado de sentir, cansado de estar
cansado...
Y de pronto, todo se eleva, y él se hunde, la
niebla desaparece, los muros a su alrededor se desmoronan, el suelo ya no está,
la gravedad, el aire, todo absolutamente desaparece, y es entonces cuando se da
cuenta de que le rodea la inexistencia, que está flotando en ningún lugar, lo
poco de humano que tenía ya no existe… y de súbito se siente bien.
No
ve nada ni es visto por ningún extraño, no siente ni es sentido por nadie, no
oye ni emite ningún sonido, no huele ni emite ningún olor, no toca ni es
tocado, no respira, no piensa...
Soledad
gratificante, gratificante porque sabe que no puede estar solo en un lugar
donde no hay nada ni nadie que le pueda dejar solo.
Ahora
siente que todo es correcto, porque todo significa nada, y le gusta poder
sentir que no siente nada, que no existe, un parpadeo instantáneo, un mero
descanso de la realidad, y le gusta sentirse así.
Afortunado
chico, no sabe la suerte que tiene, pues no estaba flotando en la inexistencia,
sinó en lo más profundo del río…
Por Brián Piancino Vazquez
Por Brián Piancino Vazquez
Fuentes:
- http://www.anfrix.com/wp-content/gallery/lugares-subacuaticos/3377-6.jpg
